lunes, 14 de diciembre de 2015

La ira internetera

La red is on fireeeee
 
Los "Cuatro fantásticos" (Josh Trank, 2015) me gustó más que "Vengadores: La era de Ultrón" (Joss Whedon, 2015).
Ahora, con esta información, puedes dejarte llevar por tus instintos y cerrar la página o seguir leyendo y comprobar que esto también es una postura válida.
 
Todos sabemos que internet es terreno abonado para las reacciones más desproporcionadas a favor o en contra de algo. Gente moderada en su día a día pero que delante de la pantalla se transforma en un guerrero del teclado.
Muchos han tratado de explicar este fenómeno, y todos coinciden en que el anonimato, la sensación de impunidad y la necesidad fisiológica de verter las frustraciones, son los pilares sobre los que se asientan algunas de las opiniones más exaltadas de la red. Pero incluso aceptando esto, es evidente que a muchos internautas, podcasteros y opinadores web en general, se les va un poquito la mano con el tema.
Sin contar con campos de batalla clásicos como la política, la religión y el deporte, uno de los temas más recurrentes en esto de pegar la palmada sobre la barra, quitarse el palillo de la boca y opinar MUY FUERTE, es sin duda la gestión del hype ante obras de ficción. Ya sea de fenómenos que se nos vienen encima, como de los grandes estrenos de los últimos meses, todo el mundo tiene algo que decir sobre cada peli. Y si lo va a explicar en internet, sabes que inevitablemente va a aumentar las revoluciones de su discurso.

Quizás no comulgue con lo que hay detrás, pero entiendo que es algo muy humano. Lo que ya me toca un poco la moral es que, dentro de esa exaltación general, a veces vaya implícita la pose y la presunción.
La pose, porque hay gente que se posiciona a favor o en contra de algo sólo por oposición a la masa. Si a todo el mundo le gusta, voy a decir que "no es para tanto"(El Noesparatantismo, uno de los peores males de nuestra época, junto con el "meh" y otras interjecciones propias de sietemesinos)
Y la presunción, porque en este mundo existe gente tan furibunda y tan obtusa que, cuando tropiezan con una postura contraria a la suya, la tildan de pose.
Y es en este último supuesto donde me veo metido cada vez que repito la frase con la que abría esta entrada. Los cuatro fantásticos de Josh Trank me gustó más que los Vengadores 2.
 
Los Village People
Y los motivos son varios, pero puedo prometer que ninguno de ellos pasa por llevarle la contraria a nadie. Es que, simple y llanamente, una me parece mejor peli que la otra. ¿Qué esto se puede discutir, matizar y rebatir? Por supuesto, lo que no quita que, aunque poco frecuente, sea una postura tan valida como cualquier otra. Y que algún autoproclamado guardián de la verdad, una de aquellas personas que más que opinar, dicta sentencia, venga a decir que cualquier persona a la que le guste o entretenga los 4 fantásticos tiene que estar mintiendo, me molesta un poquito.
Primero que todo, es muy, muy liberador, no ser un fan activo de las obras originales en las que se basan las dos películas. He leído números sueltos de las dos, pero no conozco ningún arco argumental ni estoy enamorado de ninguno de los personajes. Lo que ayuda a que me de bastante igual si algún detalle no está fielmente adaptado(Otro día hablaré sobre los guardianes de la fidelidad al original, esa plaga de zombis de la cultura pop).

También ayuda a no sobredimensionar la aparición de ningún personaje extra.
No conocía a "La visión", y verlo aparecer en Los Vengadores no me genera el mismo temblor de rodillas que a muchos fans. Es más, su inclusión en la peli me parece muy forzada. Además de añadirle 200 minutos más a una obra ya de por sí bastante agotadora. Por no hablar de que, por muy contento que deje al fan el respeto a su 

Eh, pero trabajó con Peter Weir y J.C.Chandor
apariencia comiquera, para el neófito es complicado aceptar la existencia de un robot con el aspecto de un señor pintado de colorado.
A ver, soy consciente de que en la peli también salen Dioses nórdicos, armaduras voladoras y doctores Hyde verdes. Y no me chocan en absoluto. Acepto el universo que propone la película y compro sus reglas. Lo que me chirría de La Visión es que no no juega en la misma liga de irrealidad que los demás. Se sale de la escala del propio mundo en el que vive.
 
Por otra parte, está el tema Joss Whedon.
No he visto ni "Buffy, cazavampiros", ni"Firefly", series que arrastran una cantidad de seguidores especialmente fiel y ruidosa. A este señor tan sólo lo conocía por ser el autor del guión de una peli que no me acaba de gustar, "Alien resurrección". Pese a esto útlimo, no tengo nada en su contra, pero no me siento en deuda con él ni estoy esperando con ansia sus próximas cosas. Así que, que se le hiciese responsable del primer Vengadores no me predispuso a ver la peli con mejores o peores ojos. Cosa que sí ocurrió con su continuación, a la que ya fuí con la mosca detrás de la oreja. La primera me había gustado pero no me había encantado, y partiendo de esa base, cualquier continuación realizada por la misma gente (pero "más grande y mejor") siempre da un poco de miedo. Entendamonos, Whedon no me parece mal director, y creo plenamente que los directivos de Marvel le hicieron la vida imposible durante el rodaje, pero tampoco es un prodigio de nada. Y entrega mazacotes de peli. Obras gigantescas asfixiadas por su propio tamaño. Embrolladas narrativamente y con secuencias de acción que empiezan maravillando pero que acaban aturdiendo, al menos a un servidor. Llegados al climax de la era de Ultrón la principal sensación que me dominaba era el empacho. Y algo falla cuando a un fan de la acción y el exceso lo acabas empachando. 
 
Y luego están Los 4 fantasticos, la peli que la gente estaba deseando odiar.
¿Era de Fox en lugar de Marvel? La franquicia de X-men también, y no se espera cada entrega con los cuchillos en la mano.
¿No gustaba el director? Cualquiera que hubiese visto la maravillosa "Chronicle" (Josh Trank, 2012) tendría que estar deseando ver algo nuevo de este señor.
 

"Yoooo, sooooy...¡TETSUO!"

¿Se habían filtrado noticias de conflictos en el rodaje? También pasó con "Ant-Man" (Peyton Reed, 2015), y no genero un hype negativo tan grande.
¿La antorcha humana estaba interpretado por un actor negro? Eh....me niego a tener esto siquiera en consideración.

No había nada en el proyecto que me hiciese entender la pesima actitud de mucha gente antes de ver la película. Como tampoco hay nada en la propia peli que me haga entender la horrenda reacción de casi todo el mundo después de verla. Aún admitiendo que es una obra con defectos y a la que se le notan las costuras, los cortes y los problemas de realización, me sigue resultando una peli correcta. Con un tono peculiar y un ritmo pausado, sí, pero entretenida y cumplidora. Y con toda una trama de viajes interdimensionales apasionante. Una peli que no me importaría nada volver a ver.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Una lectura positiva del "NOÉ" de Aronofsky

Hostias de padre en camino

Al abrir este blog me hice el propósito de no cultivar la crítica negativa, así que en principio no debería decir nada de una película, "Noé"(Darren Aronofsky, 2014), que por decirlo de alguna forma no acabó de entusiasmarme. Sin embargo, creo ver en uno de sus segmentos una lectura muy interesante sobre un tema de permanente actualidad: los integrismos religiosos.
A priori no parece que el marco de un blockbuster bíblico sea el ideal para hacer la más mínima alusión al riesgo inherente en cualquier interpretación de "la palabra de Dios". Se da por hecho que son películas destinadas a una audiencia creyente y muy poco dispuesta a la autocrítica. Y sin embargo, llegados a cierto momento de la peli, me resulta imposible no advertir ciertas objeciones al discurso oficial. A ver si consigo explicarlo.

A PARTIR DE AQUÍ, SPOILERACOS DE LA PELI.

Simplificando mucho, la película narra lo siguiente: Noé es un señor prehistórico que hace lo que puede para sacar adelante a su familia en un mundo inhóspito. Es un buen padre, un buen esposo y un buen tipo en general, con la particularidad de, visiones mediante, tener linea directa con los designios divinos...que no son otros que inundar la tierra y erradicar la raza humana. En aras de evitar daños colaterales, Dios insta a Noé a construir una gigantesca estructura flotante que permitirá perpetuar la existencia del resto de especies animales. Una vez superado el trance del diluvio, la raza humana tendrá una segunda oportunidad gracias a, ejem, el incesto entre los hijos y nietos de Noé.

Hasta aquí, la peli no se separa demasiado de lo que uno espera encontrar en una adaptación fílmica de la historia de Noé. Pero claro, esta parte del génesis es bastante breve, y cualquier intento de convertirla en un largometraje pasa inevitablemente por los añadidos, los rellenos y las invenciones. 
En ese sentido, y sin contar la inclusión de paisajes volcánico, la curiosísima representación de los ángeles caídos y la cuestionable utilización de una especie de "stop motion digital"(que no dejan de ser decisiones meramente estéticas), la principal aportación de Aronofski y su guionista se limita a dar mayor protagonismo a los coetáneos de Noé para generar algo de conflicto dramático durante la construcción y flete del arca.

Hasta que llegamos a las "vacaciones en el mar".

Durante este segmento, la peli se transforma directamente en un cuento de terror. Una historia de encierro familiar en la que la interpretación que Noé hace de sus visiones pasa por fomentar el genocidio, pese a que esto incluya asesinar a sangre fría a sus propios nietos recién nacidos. 
¿He dicho cuento de terror? La película se transforma directamente en una versión bíblica de "El resplandor". Aunque puestos a establecer comparaciones, "Noé" se aproxima incluso más a lo expuesto en "Take Shelter"(Jeff Nichols,2011): Familia amorosamente unida que, al verse obligada a convivir bajo llave, descubre el peligro de compartir un espacio reducido con un padre iluminado, inestable y corpulento.

Lo interesante del caso es que, mientras que el origen de las visiones de Michael Shannon en "Take..." es deliberadamente ambiguo(según el espectador al que le preguntes, su personaje puede ser un profeta o un esquizofrénico), la naturaleza de los sueños de Noé no tiene vuelta de hoja: existe intervención divina. 
E independientemente de nuestras creencias como espectadores, si en el universo de la película existe Dios, y este decide hablar a través de Noé, entendemos que al pobre hombre no le queda más remedio que acatar las ordenes que le llegan desde arriba.

A PARTIR DE AQUÍ, REFLEXIONES TEOLÓGICO-FESTIVAS.

Nos hemos puesto en la piel de Noé, entendemos que tiene sus razones para hacer lo que hace, y aún así sabemos que se equivoca, que actúa mal. De manera inesperada, la película cuestiona lo inamobible de algunos sistemas de creencias. 
Si los "reglamentos" que predican las religiones monoteístas nacen de la interpretación que se hace de la palabra de Dios(que por lo visto nunca parece hablar claro), debería ser lícito cuestionarlos. Aunque sea por el hecho de que, por bienintencionada que sea dicha interpretación, un error en la misma puede traer consigo consecuencias desagradables. Desde intentar asesinar a los nietos en la ficción, hasta inmolarse en un lugar público de la vida real. Pasando por prohibiciones más o menos estrictas sobre lo que se tiene que comer y lo que se puede o no se puede hacer con los genitales, aunque esa sea otra historia.

El caso es que en esta subtrama inventada, Noé está a punto de meter la pata hasta el fondo con mucha decisión.Y Aronofsky da un pequeño paso al frente para señalarnoslo, en una acción que no se sabe si nace como gol por la escuadra del cine religioso, o como sincera autocrítica de sus propias creencias. 
Y a estas alturas, mal acostumbrado a levantar la ceja con el bueno de Darren, no puedo hacer otra cosa que aplaudirle la valentía.